Hotel Il Quadrifoglio, Torre del Greco

Este hotel me dejó una gran impresión gracias a la comida casera y auténtica que ofrecen, especialmente la pizza napolitana y los pasteles de desayuno que son simplemente deliciosos. La atención de Benito fue excepcional, siempre disponible y atento a cada detalle, lo que realmente hizo que me sintiera bienvenido. La limpieza del lugar es impecable, lo que habla muy bien del mantenimiento del hotel. Sin embargo, la accesibilidad podría mejorar un poco, ya que algunos espacios no son tan fáciles de navegar para personas con discapacidades.

El hotel tiene una comida exquisita, sobre todo la pizza napolitana y los pasteles del desayuno, lo cual me dejó realmente satisfecho. Benito, el dueño, se mostró siempre atento y servicial, lo que hizo que mi estancia fuera aún más agradable. La limpieza del lugar es impecable, pero debo mencionar que la habitación era un poco oscura y pequeña, lo que a veces podía resultar incómodo.

El hotel ofrece una experiencia encantadora con comida casera que realmente destaca, especialmente la pizza napolitana y los pasteles de desayuno. Benito, el dueño, es extremadamente atento y siempre está disponible para satisfacer cualquier necesidad. Las habitaciones están limpias y bien mantenidas, aunque son un poco oscuras debido a las pequeñas ventanas. También aprecio que el lugar sea accesible para personas con discapacidades, lo cual es un gran plus.

El hotel ofrece una experiencia encantadora con comida casera que realmente destaca, especialmente la pizza napolitana y los pasteles de desayuno. La atención de Benito, el propietario, es excepcional, lo que realmente hace que la estancia sea placentera. Sin embargo, las habitaciones son bastante pequeñas y sin ventanas adecuadas, lo que puede resultar un poco claustrofóbico. A pesar de esto, la limpieza del lugar es impecable y el hotel es accesible para personas con discapacidades, lo cual es un gran punto a favor.

Este hotel me sorprendió gratamente por la calidad de la comida, especialmente la pizza napolitana y los pasteles del desayuno, que se sentían verdaderamente caseros. Benito, el dueño, es extremadamente atento y siempre está disponible para ayudar, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. La limpieza del hotel es impecable, sin embargo, sería ideal que las habitaciones tuvieran ventanas más grandes para mejorar la iluminación natural.